Más vueltas con la Estación de autobuses

Creo que estas alturas en Donostia todos hemos llegado ya a la conclusión de que no existe ubicación perfecta para una estación de autobuses. Es importante que seamos conscientes de ello, puesto que de lo contrario resulta francamente difícil llegar a entender siquiera mínimamente algo de lo que está sucediendo. Buena prueba de lo que digo son todas las ubicaciones que a lo largo de más de 20 años se han ido barajando y descartando para construir la dichosa estación.

A finales de la anterior legislatura parecía que finalmente se iban a dar la condiciones para que esta cuestión quedara definitivamente despejada: Tras muchas discusiones, la estación de Autobuses se iba a construir en Atotxa. De hecho, la adjudicación del contrato daba a entender que ésta era ya una decisión irreversible, pasara lo que pasara en las elecciones municipales.

Pero llegó Bildu y hemos vuelto a empezar. Desde el principio de la legislatura el Gobierno Municipal planteo las dudas sobre la ubicación de la estación de autobuses. Sin saber muy bien qué hacer, fue el Partido Popular el que le brindó la oportunidad para iniciar un viaje hacia riberas de Loiola. Fue en ese momento cuando se suspendió el contrato de Atotxa y se iniciaron los trabajos para redactar un proyecto básico en Riberas, primero en la parcela que en algún momento se pensó y luego en la que ocupa el Jardín de la Memoria.

Y de ese modo hemos llegado a la situación actual, con una segunda suspensión de Atotxa y con la incertidumbre sobre lo que finalmente se hará. Y este era precisamente el escenario que a toda costa algunos queríamos evitar. O aprendemos a tomar decisiones y a mantenerlas o corremos el riesgo de perder todos los trenes (nunca mejor dicho). La estación de autobuses es un buen ejemplo de este modo de actuar que nos lleva a una espiral permanente, pero Tabakalera o el tratamiento de los residuos son también otros temas que llevan el mismo camino.

De todos modos he de reconocer que la vehemencia de la izquierda abertzale con esta cuestión me ha podido hacer dudar en algún momento, porque quién no ha pensado alguna vez ¿y si tienen razón? ¿Y si nos estamos equivocando? Porque es cierto que el PNV defendió en su día que la estación de autobuses se ubicara en Riberas de Loiola, donde teóricamente se producía la intermodalidad con Renfe y con el Topo. Precisamente ese ha sido el sentimiento que ha hecho que nos hayamos tomado este tema muy en serio. Porque aunque algunos piensen que actuamos con ánimo de fastidiar al Gobierno Municipal, nada más lejos de la realidad.

Y he descubierto que existe una diferencia de apreciación entre el Gobierno Municipal y nosotros que es prácticamente insalvable: Que nosotros consideramos que no existe una ubicación perfecta para la estación de autobuses y que Bildu ha convertido la ubicación de Riberas en verdad absoluta (¿será el sino de la izquierda abertzale con todos los temas?). Y digo que no existe ubicación perfecta porque la intermodalidad que en Riberas se produce con el topo se pierde en Atotxa, y la intermodalidad que se produce en Atotxa con el Tren de Alta Velocidad no es posible en Riberas. Del mismo modo, es cierto que para los autobuses el acceso a Atotxa es más difícil que el acceso a Riberas, pero por el contrario, la centralidad de Atotxa frente a Riberas resulta incontestable. Se trata por tanto de optar.

Nosotros ya hemos optado hace tiempo. Puedo entender las dudas que algunos puedan albergar sobre la ubicación de Atotxa. Y las puedo entender porque Atotxa es en gran medida una apuesta. Una apuesta que va ligada a otros proyectos como la estación del Tren de Alta Velocidad o Tabakalera. Proyectos que pueden llegar a conformar un nuevo espacio central en nuestra ciudad. Y esa es una apuesta en la que nosotros creemos firmemente. Porque sin lugar a dudas, por encima de autobuses, tranvías o metros, la llegada del Tren de Alta Velocidad a nuestra Ciudad es el mayor cambio que vamos a conocer en los próximos años. Y no se si somos conscientes de la oportunidad que eso supone. Lo único que espero es que seamos capaces de aprovecharla, pero para ello tendremos que aprender a tomar decisiones y a mantenerlas.